El día de la Candelaria es la culminación del ciclo de las festividades de la Navidad para la iglesia católica, pero también el día de la “tamaliza”. Día de pagar la deuda por ser el afortunado de encontrar el “muñequito” dentro de la Rosca de Reyes, o por el simple gusto de saborear un tamal, con o sin atole y si nos ponemos esplendidos podemos acompañarlos con frijoles refritos.
El 2 de febrero prácticamente en todas las oficinas (sobre todo burocrática) y hogares se celebra la “tamaliza” con variantes tan diversas como: los oaxaqueños, veracruzanos, chiapanecos, yucatecos, poblanos, costeños, de salsa roja o verde, Güemes (de carnes de puerco y pollo, aceitunas y pasas), de cambray, chipilín, elote, machaca, espinacas, cabeza de puerco, o las ya clásica guajolotas, etc. Actualmente existe un sin fin de variantes del tamal, pero la esencia prehispánica es la misma: masa de maíz rellena de carne, guiso o dulce envuelto en una hoja de plátano o de maíz
¿Dónde comprar?
Si estas dentro del recorrido de una bici con la famosa grabadora ¡Riicooooooos tamaleeeeeees¡ hoy es el día para interceptarlo.
Tamales Flor de Lis
Tradición tamalera desde 1926 y con sucursales por toda la ciudad de México, variedad de sabores en hoja de maíz y plátano.
Tamales Emporio
A lo largo de 50 años la familia González Cota ha ofrecido una extensa variedad de tamales.
Álvaro Obregón 154, Col. Roma, México D.F.
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